Mi mamá tuvo que llevarme desde muy niña con la odontóloga, pues sufría de caries rampante cuando tenía 3 años de edad.

Todo comienza con un sueño, pero en mi caso ese primer contacto con la odontología despertó esa vocación en mi desde pequeña. Cuando tenía aproximadamente 6 años ya jugaba con las muñecas y con mis amiguitos a ser odontóloga, los trataba como si fueran mis pacientes, acomodaba dos sillas a modo de camilla, tomaba trozos de algodón, pasta dental y les hacía limpiezas en sus dientes. 

Cuando se va adquiriendo más conciencia y por infinidad de circunstancias, aquello tan anhelado, se ve como una posibilidad más lejana. 

Recuerdo que en una ocasión junto a mi mama, veíamos a través de una vitrina gigante una unidad de odontología muy bonita, color púrpura, pero en el fondo lo pensaba como un sueño algo imposible de realizar. 

Años más tarde tuve la gran fortuna de estudiar en la universidad, esto me lleno de grandes bendiciones, pero también de retos y sacrificios, no es nada fácil, pero finalmente logré obtener mi título en el tiempo estimado y siempre acompañada de mi madre que me apoyo en todo. Fuí una estudiante destacada y querida por profesores.

Ya como profesional he tenido claro el servicio hacia las personas, pues esta es una profesión en la cual debes entregar tu parte más humana. Empecé haciendo el año rural en la Celia, Risaralda. Una vez finalizado ese periodo centre mis esfuerzos en establecer mi propio consultorio, que ha sido mi mejor decisión hasta el día de hoy. Después trabaje un año para Saludcoop, al mismo tiempo yendo a congresos, simposios, diplomados, etc., porque las carreras en salud siempre están en continuo avance. Debes aprender nuevas técnicas, equipos y enfoques terapeuticos, para estar permanentemente actualizada, además, he sabido que el conocimiento es importante pero también tener equipos y materiales de excelente calidad, son clave para brindar la mejor atención a los pacientes y poder lograr un reconocimiento en este mundo.

En el año 2011 finalice una especialidad en Administración en Salud. Trabajé por el año 2013 en el Hospital de Quinchia Risaralda como odontóloga. La  persistencia me ha caracterizado, por eso he podido abrirme paso con éxito, equilibrando y sorteando diferentes obstáculos.

Actualmente estoy ubicada en Villacarmenza, aunque también he tenido el consultorio ubicado en la Av. Paralela en 2008 y  en la Av. Kevin Ángel en el año 2014, ese mismo año inicié mi especialidad en implantología, finalizando la misma en 2018. Actualmente me encuentro finalizando un Master en Ortodoncia y otro en Armonización facial y pienso continuar entregando lo mejor en cada atención hacia mis pacientes, que son la razón de mi labor.